Wednesday, July 01, 2009

Los "one hit wonder" más recordados de la música chilena

MIGUEL PIÑERALA LUNA LLENA (1981)
Era la luna llena/ que asomaba su carita en la cordillera/ ay sí/

Venía de recorrer América "hippeando". En 1981, Miguel Piñera llegó a Chile con una boina, una guitarra y varias canciones que "ningún sello pescó". Excepto la etiqueta SyM del dúo Sonia y Miriam, que ese mismo año editó Miguel Piñera y Fusión Latina, que lo convirtió en un fenómeno gracias a La luna llena. "Recorrí todo Chile. Tuve cinco años de gloria", dice de su único gran éxito que en 1983 lo tuvo actuando en el Festival de Viña.

CLAUDIO REYES¿POR QUÉ LLORA LA TARDE? (1989)
La tarde está llorando y es por ti/ porque ve la soledad de mi camino...

"No tenía ninguna gana", recuerda Claudio Reyes cuando le propusieron grabar la canción central de la teleserie A la sombra del ángel. El actor, debutó como cantante con un tema que se convirtió en hit. "Ahí supe que cantaba tan mal", dice el comediante que también anima eventos con una rutina de humor que remata cantando este tema.

EMOCIONES CLANDESTINASUN NUEVO BAILE (1987)
Ha salido un nuevo estilo de baile/ y yo no lo sabía/ y yo no lo sabía/

"Hice la letra en 1982 y le puse música en 1986. Fue de las últimas canciones que salieron para nuestro primer disco", recuerda Jorge "Yogui" Alvarado, cantante y compositor del grupo de Concepción. Hoy Alvarado trabaja siete días corridos en una empresa minera en Antofagasta y luego tiene siete días libres que dedica a grabar en Santiago un segundo disco de su banda, con una formación que lo tiene a él como el único integrante original.

ALESTEHAY UN LIMITE (1993)
Hay un límite que rompe el deseo/ algo nuevo que va más allá/

Alfredo Alonso partió con su polola y una guitarra a Tongoy. Ahí se inspiró con un tema que luego sonó hasta el cansancio y que en 1995 lo tuvo en el Festival de Viña. "Tocamos en Venezuela y Perú y hasta hoy recibo un buen cheque por derechos de autor", cuenta el actual conductor de Telecanal. El vocalista, Rodrigo Espinoza, vive en México junto a Yuri, a quien conoció en la Quinta Vergara.

PARKINSONEL VINO (1992)
Por el vino me quedé sin penas/ Por el vino me quedé sin penas/

En cinco años de carrera dejaron un casete y dos discos. Pero lo único que se recuerda de Parkinson es la canción que culpaba al vino de todos los males del cantante Miguel Hiza. Los gritos del hombre, hoy productor televisivo, cautivaron a gente tan distinta como Nicanor Parra y Don Francisco.

SOL AZULATREVETE A AMAR (1996)
Baila baila sin pensar/ baila baila sin parar/ baila y no pienses nada más/

Iban a editar su primer disco cuando Warner Music les puso una última condición: grabar el tema central de la teleserie Adrenalina. La comedia fue un éxito en 1996 e hizo famoso al dúo de Sol Aravena y Juan Pablo Quezada. "No tenía ningún apego a la canción, Canal 13 la censuró y Pablo Illanes (guionista) tuvo que ayudar en la letra", cuenta Aravena, que hoy hace pop electrónico con el nombre de Muza.

PROFETAS Y FRENETICOSMUEVETE, RETUERCETE (1991)
Muévete, retuércete/ muévete, retuércete/ flexiona tus piernas/ dóblate desdóblate

Claudio Narea sacó cuatro frases de una canción de Los Cuatro Luchos, antes de Los Prisioneros, y las reutilizó para su mayor éxito fuera de su antigua banda. "Nos hizo llegar a más público", dice Narea sobre el tema de 1991 que comenzó a sonar dos años después en la naciente radio Rock and Pop. El tema fue uno de los más tocados de ese año y Narea aún lo revive en los shows que ofrece con Miguel Tapia.

EDUARDO VALENZUELAY QUÉ SE YO QUE SÉ (1988)
Y qué sé yo que sé, que voy a hacer mañana/ y qué sé yo que haré...

A Eduardo Valenzuela le pidieron hacer la canción de Bellas y audaces y tenía menos de 12 horas para entregarla. "Cambié unas estrofas y lo mandé", dice del tema incluido en el álbum de la teleserie que vendió más de 180 mil casetes. Fue el primer y único hit del cantante que hoy tiene un progarma de radio y hace jingles.

MALA JUNTACHILENA DE CORAZÓN (1998)
Chileno de corazón/ salta en la barra y dale al tambor/ que Chile va a ser campeón/

Chile clasificó al Mundial y todo un país está de fiesta. Esa alegría tuvo como única banda sonora la canción de Mala Junta. Buen negocio para el trío que capitalizó el éxito con un bar en Providencia. Pero la euforia decayó. Y para colmo, en 2008, la canción fue plagiada por el grupo español Ni Pico Ni Corto. Su líder Patricio Urrutia (a la zquierda) estudia una demanda mientras dirige una fundación que apoya a músicos .

STEREO 3ATREVETE A ACEPTARLO (2001)
Atrévete a quererme/ que ya no soy el niño que tú conociste tanto tiempo...

Dos productores, un casting y tres cupos. Koko Stambuk y Cristián Heyne armaron la respuesta masculina a Supernova con fórmula de laboratorio. El trío juvenil duró dos años, dejó un disco en 2001 y un solo hit. Atrévete a aceptarlo los llevó a doblarla y bailarla hasta en Perú y Bolivia. El proyecto se apagó con la llegada del axé.

DISCO: Yeah Yeah Yeah, It's Blitz

Sala de máquinas

La fórmula generó muy buenos dividendos. Dos discos de un sencillo rock de garage que a punta de batería, guitarra y una voz femenina llena de actitud, tenían a Yeah Yeah Yeahs entre los nombres más respetados de la década. A tres años de su última entrega, el trío neoyorquino reaparece con un giro que asoma desde la entrada. Sintetizadores y secuencias guían el oscuro dance de Zero, esa magnética canción ideal para una fiesta interminable que abre It’s Blitz. Soft shock y Heads will roll citan al synth pop de los 80 con la gracia de derivar en un clima más lúgubre e intenso que el de esa fiestera corriente. Pero esto no es sólo máquinas y secuencias. It’s Blitz deja espacio para la sentida balada Runaway y un sonido que entre bruscos quiebres recuerda su marca más rockera en Dull life. Arreglos que recuerdan a lo más espeso e iluminado de Depeche Mode protagonizan Shame and fortune, corte que suma más caras a una lúcida vuelta de tuerca que deja al grupo pisando fuerte en terreno desconocido.

DISCO: Christina Rosenvinge, Tu Labio Superior

Hecha mil pedazos

Ganó fama y millones como la rubia que a principios de los 90 cantaba sobre autos robados y corazones hechos mil pedazos. El impacto de un perfecto pop comercial se tradujo en giras continentales junto a Los Subterráneos, en asedio de quinceñeros, en el tope de ránkings y en un hastío que la empujó a iniciar una vida solista al otro extremo de la vereda. Christina Rosenvinge (44) partió de cero en una aventura que dejó tres discos en inglés y una dispersa búsqueda que ya puede dar por acabada. Porque la española de sangre nórdica, retomó su idioma madre para convertir la bitácora de una ruptura amorosa en simples y bellas canciones que dan vida a su nueva entrega en solitario. En Tu labio superior, Rosenvinge tiene la valentía de desnudar todas las etapas de un quiebre que logra conmover. Esto es un desahogado guiado por una pluma sensible y directa que tiene grandes momentos. Como la intimidad de una voz que al piano transmite una mezcla entre pena y rabia en Animales vertebrados. O los susurros de recuerdos prohibidos en el oscuro ambiente que genera Alta tensión. Algo de luz aparece en la sensualidad de Tu boca, un pasaje a recordar la habilidad pop que la hizo famosa hace más de 15 años. De eso ha pasado mucho y se nota en la intensidad de una mujer que se atrevió a desnudar una historia que la hizo mil pedazos.

DISCO: Depeche Mode, Sounds of Universe

Un día nublado

Melodías oscuras, máquinas análogas y letras desoladoras. La fórmula base parece ser la misma que tanto respeto y fama le dio a Depeche Mode en el arranque de sus casi tres décadas de historia. Martin Gore, Dave Gahan y Andrew Fletcher sobrevivieron a su explosivo despegue, a los excesos que en los 90 casi los acabaron, para terminar abrazando sus raíces en Sounds of the universe, su álbum de estudio número 12 que apareció ayer en el mundo y que los traerá a Chile en octubre.En el papel, la jugada suena a carta ganadora, pero en la práctica está lejos de serlo. La actualización de su fórmula primaria entrega una selección dominada por grabaciones ajustadas al sonido de la época pero sin la destreza pop que sí tenían los oscuros himnos que facturaron hace más de 20 años. Difícilmente quedarán en la memoria canciones planas, de evidente incapacidad melódica y carentes de coros sólidos como Little soul, Jezebel, Peace y los tres temas con los que Gahan vuelve a insistir en la composición.Destellos que entregan algo de esperanza aparecen en la envolvente fibra industrial de Wrong y los sintetizadores galopantes de In sympathy y Fragile tension. Pero esa dosis de lucidez no alcanza a equilibrar una entrega que sólo tributa en la forma a los primeros días del conjunto británico. Una tremenda ironía o un delirio de grandeza pretender musicalizar el universo con una selección inconsistente

DISCO: Glavegas

El espeso muro de Glasvegas

Un par de canciones estrenadas en internet puso a Glasvegas en el centro de la escena británica. Meses más tarde, su disco debut -editado en Europa en septiembre de 2008- era el favorito de ilustres como Morrissey y U2. La seducción del cuarteto escocés está en canciones construidas sobre un espeso muro de sonido que suma guitarras distorsionadas de acordes repetitivos y solos épicos, juegos de voces que desembocan en sólidos estribillos y el pulso firme de una protagónica batería.Una fórmula que refresca la marca de The Jesus and Mary Chain y que tiene cumbres en el desahogo de un padre que perdió a su hijo de Flowers and football tops, en las compasivas frases de Geraldine y la nostalgica lírica de Daddy's gone. Letras conmovedoras marcan la notable carta de presentación de un grupo con atributos para seguir trepando.

DISCO: Jarvis Cocker: Further Complications

Protagonista de la música Podría estar actuando en algún teatro de su natal Sheffiel o haciendo monólogos en alguna sala de Londres. Pero Jarvis Cocker (46) eligió desplegar su tremendo histrionismo a través de la música. El flaco de anteojos que en los 90 se elevó como un ícono del brit pop al frente de Pulp, acaba de escribir un nuevo capítulo en su historia solista.En Further complications, su segundo disco en solitario, el inconfundible registro de Jarvis Cocker transmite con gracia las emociones cotidianas de un tipo que bordea los 40 sobre canciones armadas con las bases de un rock clásico. Angela y Fuckingsong son muestras fieles de una propuesta montada sobre riffs que recuerdan a Black Sabbath. Bien parado sale Jarvis Cocker de su incursión más atrevida que encuentra contrapeso en las sentidas baladas Hold still, I never said I was deep y Leftlovers. Ahí su registro pasa del susurro al canto desgarrador para recrear climas dramáticos como si el rock fuera el escenario de un teatro.

Tuesday, March 13, 2007

Placebo y su regreso a Chile: "El público nos hizo volver"

A dos años de su exitosa primera visita, el trío inglés regresa a Santiago. El baterista Steve Hewitt elogia a la "increíble" audiencia chilena y cuenta detalles del nuevo show. "Será un verdadero concierto de rock and roll", adelanta.



La gira mundial que Placebo realiza en estos días celebra la primera década de carrera del conjunto liderado por Brian Molko.El concierto superará la hora y media de duración y será registrado por el equipo de la banda. "Puede que lo usemos en material futuro", adelanta el músico.Sorprendido por el particular arrastre que tenían en un lugar tan lejano como Chile, Placebo prometió volver y cumplió. En abril de 2005 el trío británico convocó a un masa uniformada de negro que repletó la Estación Mapocho en dos jornadas consecutivas.No lo podían creer. "Caímos en shock; estar dos noches ante 10 mil personas fue fantástico. Realmente no esperábamos una recepción tan buena. Hemos estado tocando en Europa por muchos años y llegar a ese nivel nos ha tomado mucho. El público fue increíble, eso nos hizo volver", dice Steve Hewitt, baterista del conjunto inglés que completa Stefan Olsdal en el bajo, y Brian Molko a cargo de la voz y guitarra.El viernes 30 de marzo el Estadio San Carlos de Apoquindo recibirá al trío que vendrá a presentar su quinto disco de estudio, titulado Meds (2006) y conocido por las canciones promocionales Song to Say Goodbye e Infra-Red. "Esperamos que llegue más gente que la primera vez, es una producción a mayor escala. Creemos que la gente está ansiosa de escuchar el nuevo material y por eso el show estará basado en el último álbum. Probablemente haremos un par de covers que los dejaremos a la sorpresa. Será un verdadero concierto de rock and roll", adelanta el músico.La presentación en Chile se extenderá por sobre los 90 minutos y se enmarca dentro de la gira mundial de Placebo, que celebra los 10 años de carrera de la banda formada en Londres y que lanzó en julio de 1996 su primer disco, titulado Placebo. "La banda ha cambiado completamente desde los tiempos en que partimos.Ha sido un largo camino y el cambio ha sido para mejor. Hoy tocamos y escribimos mejores canciones. Lo pasamos mejor, somos más entonados y más felices que hace 10 años atrás", dice Hewitt.El concierto de Santiago tendrá como número de apertura al trío local Lucybell y será registrado por el equipo de Placebo para que forme parte del registro oficial del grupo. "Puede que lo usemos en material futuro, pero todo depende de qué tan bien toquemos esa noche", dice el baterista.México, Colombia, Brasil y Argentina también serán escalas del tramo latinoamericano de Placebo. Luego el grupo continuará su tour mundial por Canadá y Estados Unidos (actuarán en el festival del Valle de Coachella), hasta abril. Recién ahí podrán sentarse a pensar en un siguiente álbum de canciones originales. "Hemos trabajado mucho el año pasado, acostumbramos a componer en las giras pero en esta hemos estado muy ocupados, con muchos shows y no hemos podido concentrarnos bien en una nueva grabación.Necesitamos parar antes de hacer el nuevo disco", agrega.Las entradas para el concierto están a la venta a través del sistema Feriaticket. Precios: Galería $ 14.000, Cancha $ 19.000, Tribuna Campeones $ 26.000, Fundadores Marquesina $ 32.000, Fundadores Premium $ 38.000, y Golden $ 40.000.
Medio: LA TERCERA
2007-03-03

Concierto: La emotiva pluma de Silvio

Manuel Maira

Terminada la primera canción, Silvio Rodríguez (60) recién levanta la cabeza y mira de frente al público. El cantautor comenzaba anoche con el primero de sus cinco shows de su actual gira por Chile con un gesto de timidez o exceso de confianza.Como sea, los parlantes del Arena Santiago amplificaban con definición exquisita el concierto acústico de la emblemática figura de la Nueva Trova Cubana y los primeros aplausos arrancaban despacio entre los cerca de 10 mil asistentes. Pero a poco andar su recorrido por los más de 30 años de carrera, que tenían como excusa la presentación de su última entrega Erase Que Se Era (2006), fue encendiendo gracias a dos claves: la generosidad del repertorio y el aceitado conjunto de acompañamiento.Al igual que en su última visita (abril de 2005), Silvio Rodríguez se apoyó en el brillante Trío Trovarroco (guitarra clásica, bajo acústico y guitarra tres), más percusión y flauta. Un acompañamiento que volvió a enrostrar el afiatado ensamble que logran las distintas intensidades del conjunto con las composiciones del cubano. Corrían cortes como Quien Fuera, El Papalote, Te Doy Una Canción (interpretada con sólo voz y guitarra), Angel para un Final, y Pequeña Serenata Diurna, y la tímida respuesta inicial se tornaba en un emotivo coro general. Es la pluma de Rodríguez que hoy se mueve entre mensajes populares, grandes estadios y puestos de sushi, pero que como pocos logra levantar de las sillas a punta de sencillas canciones de fogata.
Medio: LA TERCERA
2007-03-02